Igualdad de género y empoderar a mujeres y niñas
Igualdad de género y empoderar a mujeres y niñas
En un módulo de un Máster que realicé, uno de los ejercicios
era “vivir una situación de catástrofe” para comprender desde la experiencia lo
que muchas personas pasaban ante un evento de la naturaleza. Nos impidieron ver y teníamos unos
implementos que nos tapaban todo acceso a ver, si quiera un atisbo de luz. Nos
indicaron que nos tomáramos de las manos fuerte que recorreríamos varias
instancias de la Universidad y luego nos colocarían en un recinto a la
totalidad, tendríamos que reunirnos con nuestra “familia” previamente definida
en grupos de trabajo.
Yo vivo en una Comunidad bilingüe, aunque yo nací en América
Latina, estaba incluida en el sistema lingüístico del español con sus
respectivas variedades dialectales, entre ellas la mía y en ese ejercicio me di
cuenta, que, en esa representación del espanto, tenía la variedad dialectal que
utilizaba mi madre como parte de mi habla.
Empezó el ejercicio y la recreación fue todo lo fidedigna
que puede ser un terremoto de alta intensidad: polvo, ruidos de cosas y
estructuras al caer, gritos, sirena, y teníamos que ser capaces de por las
voces que se entre escuchaban agruparte con tu “familia”. Aunque las voces de las compañeras y compañeros
me eran muy familiares y cercanas en ese momento de total desolación me quedé
paralizada las voces no me orientaban y no las reconocía “como las mías”. Varios grupos se pudieron reunir a pesar de
todos los gritos, mi grupo lo logró menos yo.
Reflexioné que en ese momento tan al límite, si hubiera
podido guiarme por las voces de mi lengua materna, las voces de mis familiares,
en un momento donde sobrevivir, los instintos van por delante, quizás no hubiera
resuelto mucho más, pero la sensación interna de confianza y de poder
tranquilizarme en la búsqueda de un lugar seguro con mi entorno.
En algún país donde históricamente las lenguas maternas
hayan sido excluidas por la oficial, que en el camino hayan sido denostadas de inferiores,
de incapaces de comunicarse con el gran mundo, de haber perdido en su devenir
social-político-económico.
Cada lengua en el mundo desde su propia sonoridad y
significantes describen el mundo de una manera única y perfecta. Sin es diversidad de visiones y expresiones
el mundo en general se reduciría. Por
eso quizás nos apropiemos de palabras que vienen de otros idiomas, por ejemplo,
del nahualt: “Apapachar” que es acariciar con el alma.
Desde el corazón, las gracias a las personas que nos comparten
su idioma vivo, o también de sus trabajos para que no desaparezca o revivirlo. Por que es importante para la propia sobrevivencia de lo más auténtico que tenemos en nuestra vidas.