Mostrando entradas con la etiqueta Mujeres. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mujeres. Mostrar todas las entradas

domingo, 8 de abril de 2018

Querida Patty Jenkins, niñas y mujeres, discriminación estereotipos en la alimentación

BICENTENARIOS DE INDEPENDENCIAS, TBC, NIÑAS Y MUJERES MARAVILLAS



  


En estas dos primeras décadas del siglo XXI, las repúblicas del continente americano celebrarán los bicentenerarios por sus respectivas independencias de los centros coloniales.  Entre las formas de celebrar, algunas se regalaron planes estratégicos para llegar a la fecha con algunos indicadores sociales en positivo.

Es tan duro que en dos siglos los avances hayan sido los menos y los retrocesos mayores.  A pesar de tantas olas de bonanzas por las materias primas, en algunos países el hambre, el hambre extrema, en algunos países la tuberculosis, como expresión de las primeras y la pésima infraestructura urbana.

Una de las cosas que dicen las estadísticas del hambre, es que son las mujeres las que tienen más incidencia en malnutrición y anemias.  Mientras que el trabajo que más exige físicamente es el agrícola, desde mediados del siglos pasado; pero al mismo tiempo solo se visibiliza el trabajo del hombre, y la necesidad de doble cantidad de ración alimenticia, en detrimento de niñas y mujeres. 

Cómo construimos un relato que "justifique" alimentar a las niñas y adolescente mujeres conforme sus necesidades, porque la incidencia en anemia es "imperdonable".  Cuáles son las grandes estrategias al respecto. 

Agradecer esa representación de mujeres poderosas, que sus rostros recojan emociones a través de el ceño y arrugas y sonrisas poderosas.  Que uno de los compromisos fuera revertir las condiciones que impiden la plenitud de salud de mujeres y niñas, doblemente atingidas por Consensos.

Que puedan desarrollarse al máximo.




miércoles, 26 de octubre de 2016

PROGRESO MULTIDIMENSIONAL V

MUJERES EN LATINOAMÉRICA.

NO UNA, SINO MUCHAS EXCLUSIONES



Aunque el secretario general de Naciones Unidas, al celebrar este año el día de la mujer, dijera:   "hemos quebrado tantos techos de cristal que tenemos una alfombra de vidrios rotos. Ahora estamos barriendo las ideas preconcebidas y los prejuicios del pasado para que las mujeres puedan avanzar y cruzar nuevas fronteras".  Toda la agenda de género no tiene sentido, si la vida y la integridad de las mujeres no es una meta prioritaria de los estados en América Latina y el Caribe.

Sin que la vida e integridad física, emocional e igualdad de oportunidad para la mujer sea expresada como el principal compromiso de las sociedades. Todo lo que se construye, se hace sobre el injusto, de una estructura que privilegia un género y que se suma a las exclusiones duras por ser originaria/indígena, afrodescendiente o empobrecida. 


Los objetivos de desarrollo sostenible, son el marco que engloban los esfuerzos mundiales. Es el objetivo 5, lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas el que guiará los esfuerzos de los estados hasta 2030.  Las políticas públicas e instituciones que presumen de recoger el principio de igualdad ante la ley; expresan muchas veces, la incapacidad para reconocer cuanto pueden obstaculizar el camino de autonomía y desarrollo de las mujeres.

Según el Informe de desarrollo humano:
  • El 27% de las mujeres de la región sufre violencia física, y el 8,3% violencia sexual, la cual no depende del nivel socioeconómico.  Si consideramos que un porcentaje bastante elevado no denuncia, el margen de error de este porcentaje puede oscilar sensiblemente.  Este Informe debe recoger las cifras que presentan los propios estados, basados en la información de sus órganos oficiales.
  • El 44% de las mujeres rurales de la región carece de ingresos propios.  Disponen de menos infraestructura y acceso a los servicios básicos, lo que aumenta el número de horas que las mujeres laboran en el hogar.
Queda por visibilizar, que los diagnósticos sobre el problema y las posibles soluciones, están sesgados.  En muchos casos, por siglos de siglos de consensos que privilegian a una parte de la sociedad; y que se asume, en muchos casos, como el orden natural bajo el cual se tiene que actuar. 

Hay hermanas y hermanos, mucho que hacer.