MUJERES EN LATINOAMÉRICA.
NO UNA, SINO MUCHAS EXCLUSIONES
Aunque el secretario general de Naciones Unidas, al celebrar este año el día de la mujer, dijera: "hemos quebrado tantos techos de cristal que tenemos una alfombra de vidrios rotos. Ahora estamos barriendo las ideas preconcebidas y los prejuicios del pasado para que las mujeres puedan avanzar y cruzar nuevas fronteras". Toda la agenda de género no tiene sentido, si la vida y la integridad de las mujeres no es una meta prioritaria de los estados en América Latina y el Caribe.
Sin que la vida e integridad física, emocional e igualdad de oportunidad para la mujer sea expresada como el principal compromiso de las sociedades. Todo lo que se construye, se hace sobre el injusto, de una estructura que privilegia un género y que se suma a las exclusiones duras por ser originaria/indígena, afrodescendiente o empobrecida.
Los objetivos de desarrollo sostenible, son el marco que engloban los esfuerzos mundiales. Es el objetivo 5, lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y niñas el que guiará los esfuerzos de los estados hasta 2030. Las políticas públicas e instituciones que presumen de recoger el principio de igualdad ante la ley; expresan muchas veces, la incapacidad para reconocer cuanto pueden obstaculizar el camino de autonomía y desarrollo de las mujeres.
Según el Informe de desarrollo humano:
- El 27% de las mujeres de la región sufre violencia física, y el 8,3% violencia sexual, la cual no depende del nivel socioeconómico.
Si consideramos que un porcentaje bastante elevado no denuncia, el margen de error de este porcentaje puede oscilar sensiblemente.Este Informe debe recoger las cifras que presentan los propios estados, basados en la información de sus órganos oficiales. - El 44% de las mujeres rurales de la región carece de ingresos propios. Disponen de menos infraestructura y acceso a los servicios básicos, lo que aumenta el número de horas que las mujeres laboran en el hogar.
Hay hermanas y hermanos, mucho que hacer.