DAME LA MANO EN ESTOS SIETE SEGUNDOS
Toda nuestra humanidad resuena y no puede quedar apartada de actos de vida. Somos iguales en dignidad y no somos la escoria que queda detrás de tanta postverdad.
A nuestro humano corazón la poesía, que nos sustrae y extrae de la mezquindad de las lentes que llevamos sin necesidad. Es posible ver.
Gracias Martin Niemoller
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