MI PEQUEÑO "JARDÍN", EMPEDRADO DE PROPOSICIONES
Si tomamos la palabra proposición, como un enunciado de verdad demostrada o que se pretende demostrar; yo he presentado varios y algunos de ellos si he podido probar y alguno, durante seis ediciones se ha reproducido.
En un horizonte largo como dos siglos y un instante para contar, sueños que se hacen proyectos y muy diversas circunstancias no terminan de consolidar el trabajo que inicias.
Cuando me gradué como abogada, propuse al área de proyección social de mi facultad, brindar algo más a nuestra sociedad. Patrocinar en los juicios de alimentos y acompañar en los procesos de titulación, no era suficiente. Por ello propuse, reciclarnos en nuestra visión de los aportes del alumnado de derecho a la sociedad y en 1996 apostar por socializar los joint venture, entre otros, para aportar en la dinámica de los esfuerzos del Perú emergente. El trabajo fue intenso: convocar al alumnado, escribir a muchas instituciones internacionales para recibir material actual e ir haciendo un piloto de asesoría que pudiera atraer a un profesor principal para que pudiera caminar institucionalmente.
Tumbes fue un destino soñado para quien quería recorrer América Latina en bus. Cruzar el puente y estar al otro lado.
Había estudiado sobre el espacio transfronterizo y miraba con mucha atención los avances en protección a la infancia y adolescencia en la frontera Colombo Venezolana. Pero en este pedacito de Perú llamado Tumbes, había una loza muy pesada, que a mi parecer era anacrónica y una situación muy apremiante. La zona se estaba saliendo muy lentamente de los estragos de un fenómeno del "Niño", especialmente duro en los años noventa y sufriendo estrategias de la defensa nacional de los años 50-70 del siglo pasado, que no le permitía desarrollar su infraestructura por ser esta zona pasiva de convertirse en escenario de guerra.
Las tres provincias son bañadas por el océano Pacífico, con aguas de media sobre los 20 grados durante todo el año, un paraíso de mariscos, que tenía un primer control de frontera al kilómetro de ingresar en territorio peruano y otro antes de llegar a la otra región. Se pudo organizar con el sector turismo, la policía, salud, agricultura la subregión que yo representaba en ese momento una reunión intersectorial, donde yo proponía: Recogiendo la experiencia del derecho anglosajón, durante un año poner en marcha un mecanismo consensuado que se convertiría en propuesta de Ley o ley subregional, sin trasgredir normas vigentes y atendiendo prioridades de cada sector.
Mi propuesta, a grandes rasgos era: El tejido económico, de servicios turísticos, va a crecer en base de la demanda de la población con mejor ingreso, en ese momento, ciudadanos ecuatorianos a los que permitiríamos ingresar con facilidades por el primer control hasta el segundo control. Cada representante expresó las urgencias de sus servicios y propuse acciones conjuntas, entre ellas una formación extra a los agentes que prestarían los servicios turísticos, para ser los primeros en alertar sobre aspectos de salud; no podíamos convertirnos en el factor que generara el núcleo duro de una epidemia.
Hay perdido un documento multimedia de aquella intervernción, mi padre decía que es mejor arrepentirse de lo que se ha hecho. En esta etapa de mi historia, hice con toda mi energía hasta donde pude llegar. Luego me enteré que se llegó a formalizar algo de lo que os he comentado, en el marco de un tratamiento de la frontera mucho más actual y que efectivamente, todo esta ya pensado, y cada generación o persona lo trata desde su particular visión y tiempo. Gracias Señor Brenner, Gerente de la Subregión, en ese tiempo, por la confianza y el espacio.