jueves, 23 de marzo de 2017

AGUAS DE MARZO


UNA LARGA NOCHE

Las lluvias, que venían con el NIÑO pronosticado, esperado.  Tanto así que existe una partida presupuestal para hacer frente a la reconstrucción, toda la basura acumulada en los cauces de los ríos y en los cauces de las avenidas de distintos niveles de corrupción que han acompañado durante más de 30 años la destrucción de las instituciones del estado peruano, en medio de un implacable catecismo neoliberal, o simplemente la pernada feudal.

Preguntando a una gran amiga, sobre si estaba analizando alguna forma de implementar acciones solidarias desde su lado del mundo; ella respondió con esa forma tan contundente  ..."Deja que se encarguen los que votaron por ese alcalde de pacotilla". 

Este momento es muy representativo, los más vulnerables tienen que levantarse por su propio pie, porque les ha caído encima el peso del clientelismo.  Hay ámbitos del Estado que deben permanecer, ser parte de su soberanía.



Planificación, consolidación de bienes públicos, entre ellos, la infraestructura cierta.  La planificación para la salida con el mejor pie, en el menor tiempo posible, con una estrategia nacional contra las epidemias asociadas a las inundaciones, sino se actúa a tiempo.  

Focalizarse en una estrategia, generar sinergia entre los distintos actores sociales es imprescindible para poder dar respuesta con los recursos disponibles, que esta vez existen y son propios. El tiempo es ahora. No se puede permanecer; por un lado totalmente abrumado, lumpenizado en la creación de clientes que sustenten caudillos y por otro manteniendo estrategias de robo de los medios que permitan la autonomía.

Solidaridad para no repetir, por los siglos de los siglos, que sean los mismos que padezcan y que sus vidas sean expuestas al límite y otros utilicen recursos destinados para ellos.

Pisco es el retrato lo que la corrupción hace con la ayuda humanitaria, no se puede volver a permitir.



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